domingo, 16 de septiembre de 2012

Te miro y siento amor por todo lo que eres. Me alucina cada uno de tus movimientos. No eres un chico cualquiera, no. No eres el típico, ni tampoco la excepción. Para mis ojos eres casi perfecto. Tienes una sonrisa preciosa, y parece como si el mundo ya se pudiera terminar cuando tu nariz roza la punta de la mía, o cuando agarras mi cuello con tu mano, no necesito más. Cuando besas con ternura mi frente es cuando recuerdo que una de las pocas cosas que he aprendido en mi corta vida es que, toda cosa o persona que en un futuro te hará sentir alguien realmente afortunado, es aquella que aparece en el lugar menos esperado y en el momento menos esperado. Puedo decir que algo así me ha sucedido contigo. Creo que todo el mundo, de todas las personas que conoce a lo largo de su vida, tiene a una a la que considera como ESA. No sé, como esa persona que deseas haber conocido y tenido antes de morir. Tú la eres para mí, lo sé, a pesar del millón de personas que me queden por conocer. No me cabe duda. Quiero agradecerte todos los momentos increíbles que me has permitido disfrutar a tu lado. Se aproximan tiempos de incertidumbre, dudas, miedos, y espera. Aunque ahora más que nunca puedo decir que la peor parte de la vida es esperar, mientras que la mejor parte de la vida es tener a alguien por quien vale la pena esperar.

3,14

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